Este periodo de crisis e incertidumbre se parece mucho al Barroco. Los escritores y artistas se dividen entre las contradicciones y el idealismo. El pesimismo profundo y el sentimiento de angustia se canalizan a través de memes (la poesía rapida e ingeniosa del siglo XXI) que recurren a clásicos tópicos como el “ubi sunt?”, “carpe diem”, “vanitas vanitatum” y “beatus ille” (este último muy presente en estos días en los que hemos vuelto a reconocer o conocer los sonidos de la naturaleza y sus efectos positivos).
Igual que hace cuatro siglos, para las personas ahora el mundo es un enigma difícil de desentrañar porque hemos vuelto a quitarnos la venda de los ojos y hemos reconocido que la verdad siempre está oculta tras las apariencias.
Y, como en nuestro Siglo de Oro de las letras, la alternativa que tenemos para acabar con el estrés que supone la incertidumbre, el miedo y la espera es el estoicismo y el sentido del humor.
Sara Roma
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